La hipoglucemia en los gatos diabéticos tratados
Una de las complicaciones más comunes e importantes que se ven en los gatos diabéticos que reciben un tratamiento con insulina consiste en unos niveles anormalmente bajos de glucosa en sangre, lo que recibe el nombre de hipoglucemia.
Las situaciones que pueden dar lugar a la hipoglucemia son:
- Su gato recibe la dosis normal de insulina, pero por alguna razón no ha consumido su cantidad normal de alimento (o ha vomitado).
- Su gato está anormalmente activo, lo que da lugar a un uso anormalmente alto de energía (glucosa).
- Su gato ha recibido una dosis de insulina demasiado elevada.
- Las necesidades de insulina de su gato han descendido.
Los signos propios de unos niveles bajos de glucosa en sangre
Unos niveles bajos de glucosa en sangre pueden ser fatales, por lo que es extremadamente importante que reconozca estos signos, que suelen ser sutiles en las primeras fases:
- Somnolencia excesiva
- Intranquilidad
- Temblores
- Movimientos o comportamiento inusuales: algunos animales se vuelven muy tranquilos y dejan de comer
- Contracciones musculares
- Coma
¿Qué hacer?
Si se presenta alguno de los signos mencionados, deberá reaccionar con rapidez.
- Proporcione alimento de inmediato.
- Si su gato rehúsa comer, adminístrele una solución de glucosa de inmediato. Puede preparar esta solución con glucosa en polvo y agua corriente. Debería proporcionar un gramo de glucosa por kg de peso corporal (aproximadamente una cucharada de postre para un gato medio).
- Proporcione la solución cuidadosamente vertiéndola en un carrillo con la ayuda de una jeringa. Hágalo sólo si está seguro de que su mascota puede tragar. Dosifíquela muy lentamente para evitar atragantamientos.
- Si su mascota no puede tragar, frote la glucosa en polvo sobre las encías (especialmente debajo de la lengua). Si no dispone de glucosa, use miel o mermelada. TENGA CUIDADO PARA NO RECIBIR UN MORDISCO.
- Tan pronto como la recuperación sea evidente, proporcione alimento. A continuación vigile a su gato durante varias horas para asegurarse de que los signos no retornen y póngase en contacto con su veterinario.
- Si la situación de su gato empeora (contracciones musculares, pérdida de la conciencia) o no está usted seguro, llame a su veterinario de inmediato.